BUENOS AIRES, 14 dic 2000 (ZENIT.org).- «Argentina tiene el derecho y el deber a la esperanza». Estas fueron las palabras que pronunció el arzobispo Estanislao Karlic, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, para sintetizar el encuentro que sostuvo el 12 de diciembre un grupo de obispos con el Presidente de la República Fernando De la Rúa.
La cita de los prelados había sido esperada con impaciencia por la opinión pública del país, en estos momentos en los que la crisis económica argentina despierta temores de inestabilidad social.
Al final de la cita, añadió monseñor Karlic, «todos terminamos diciendo: es posible y es debida la primavera para la Argentina, porque siempre existe la ayuda de Dios».
El arzobispo de Paraná insistió en que la situación que padece la Argentina es, antes que una crisis económica, «una crisis moral» que, si bien «no es fácil de superar, es posible» hacerlo.
Por su parte, el presidente De la Rúa declaró a la prensa local que en la cita hubo «coincidencia absoluta» con los integrantes de la Comisión Ejecutiva del Episcopado en los temas tratados y en el análisis que han hecho los obispos sobre la actual coyuntura argentina.
<br> El encuentro de los prelados con Fernando de la Rúa tenía lugar dos días después de que se cumpliera su primer año de gobierno, marcado por una grave crisis dentro de su coalición Alianza, y el agravamiento de la recesión económica. El gobierno parece cifrar todas sus expectativas en un «blindaje financiero» cercano a los 30.000 millones de dólares procedente del Fondo Monetario Internacional (FMI).