CIUDAD DEL VATICANO, 5 junio 2001 (ZENIT.org).- Nuevos descubrimientos de la ciencia histórica han permitido realizar casi doscientas correcciones a las biografías esenciales de los Papas, desde san Pedro hasta Juan Pablo II.
Estas nuevas revelaciones, fruto de una investigación ciclópea, han sido recogidas en las páginas con las que abre la nueva edición del Anuario Pontificio 2001, editado por la Librería Editora Vaticana.
En términos de investigación histórica, estas trece páginas constituyen el estudio más riguroso en estos momentos sobre la historia del papado y confirma la sucesión ininterrumpida de los obispos de Roma. Ahora bien, cuando se entra en detalles, en ocasiones, los expertos no están seguros de las fechas exactas de los primeros pontificados o, incluso, en un caso, se duda del orden.
Por este motivo, el elenco del Anuario Pontificio no asigna un número de sucesión a cada pontífice. En total, ha habido 264 Papas (incluido Karol Wojtyla), pero los pontificados han sido 264, pues Benedicto IX reinó tres veces, de 1032 a 1048. En primer lugar, su pontificado quedó interrumpido por la intrusión del Silvestre III. Regresado a la cátedra de Pedro, Benedicto IX renunció más tarde y le sucedió Gregorio VI. Por último, Benedicto IX volvió a ser Papa por tercera vez después de la muerte de Clemente II.
El «Anuario Pontificio 2001» ha experimentado notables mejoras, incluso una nueva gráfica que le ha permitido ahorrar 500 páginas (ahora tiene «sólo» 2.068). Es considerado como el «Quién es quién» («Who is Who») en la Iglesia católica.
Las correcciones más interesantes experimentadas por la historia de los Papas corresponde a la cronología de los pontífices de los primeros dos siglos. En esos años no se tiene certeza de las fechas exactas de los pontificados. Por este motivo, en ocasiones, se han añadido a doce Papas dos posibles dataciones, según los cálculos históricos.
En otras ocasiones, las correcciones son más minuciosas. Por ejemplo, se ha podido corregir el nombre de familia de un Papa, o el lugar de su nacimiento de nueve de ellos.
Según el nuevo Anuario, por ejemplo, España ha perdido a un pontífice. San Dámaso (366-384), cuya obra literaria está testimoniada por las catacumbas, quien hasta ahora era considerado como originario de la Península Ibérica, según los nuevos estudios, nació en Roma.
Se trata de un trabajo enorme realizado por el historiador Giovanni Maria Vian, quien es miembro del Comité Pontificio de Ciencias Históricas y que ha sido, además, consejero científico de la «Enciclopedia de los Papas», editada el año pasado por Treccani, la editorial literaria más prestigiosa de Italia.
Vian, quien ha explicado algunos de estos cambios al diario italiano «Avvenire», aclara que en la última mitad del siglo XX las investigaciones históricas han dado importantes pasos adelante, «de este modo, la cronología de los Papas en los primeros dos siglos es más incierta».
La duda histórica más grande afecta al segundo sucesor de Pedro. Después de Lino no se sabe si fue Cleto (80-92) o Clemente, que podría haber sido Papa o bien entre los años 68 y 76 o bien entre los años 92 y 99. Uno por tanto podría haber sido Papa antes que el otro.
Ahora bien, concluye Vian, la gran sorpresa es que, «los nuevos descubrimientos de aquellos años refuerzan la credibilidad de la sucesión de los obispos de Roma».
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