CIUDAD DE MÉXICO, 7 junio 2001 (ZENIT.org).- El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, ha revelado que hace dos años sufrió un intento de envenenamiento que le costó más de dos meses de hospital y que casi acaba con su vida.
En el pasado ya se habían dado rumores de envenenamiento para explicar la repentina e inexplicable enfermedad que entonces había experimentado el cardenal, pero sólo ahora han sido confirmados por el purpurado mexicano en una rueda de prensa que concedió el martes pasado.
El cardenal atribuye aquel intento de asesinato a las denuncias que él mismo presentó contra las conclusiones de las investigaciones realizadas por la Justicia mexicana del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, que tuvo lugar el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto internacional de Guadalajara.
Además, en la rueda de prensa, el purpurado afirmó que cinco de los testigos que declararon en el caso fueron amenazados de muerte y recibieron «ofertas de dinero».
El cardenal de Guadalajara, que la semana pasada entregó a la Justicia del Estado de Jalisco (al que pertenece su arquidiócesis) nuevas pruebas sobre el atentado a su sucesor, recalcó en su encuentro con los periodistas que ahora «queda claro» que el asesinato fue un «crimen de Estado» orquestado por «elementos del gobierno» en una gran operación realizada en el aeropuerto de Guadalajara, al que concurrieron muchos cuerpos de oficiales de seguridad.
El gobierno del nuevo presidente Vicente Fox, añadió, «tiene todos los elementos necesarios» para esclarecer totalmente el asesinato del cardenal Posadas.
El cardenal Sandoval aclaró que no avala ni descalifica las afirmación del diario italiano «Il Giornale», en la que el periodista Andrea Tornielli señala que el cardenal Sandoval posee información que involucraba al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y su hermano Raúl, con el narcotráfico.
«Yo, en este momento, no quiero ni avalarla ni descalificarla, sino sólo constatar el hecho de que se trata de un periodista que ha estado muy interesado en Italia del caso Posadas», señaló el purpurado.
En el último consistorio de cardenales, Sandoval entregó información al Papa y a sus colaboradores sobre el asesinato de su predecesor. «La entregué y ellos (en el Vaticano) no la usarán, seguramente, de ninguna manera para darla a conocer al público, sino sólo para el archivo del caso, pues se trataba de un cardenal».
Por su parte, Adolfo Aguilar Zínser, asesor del presidente Fox para materias de Seguridad, dijo que «la obligación nuestra y de la Procuraduría General de la República será investigar hasta las últimas consecuencias», en caso de que haya pruebas de que el caso del cardenal fue un «crimen de Estado».