AOSTA, 9 julio 2001 (ZENIT.org).- “Amo estas montañas. Aquí arriba se respira con el aire puro de los montes la misteriosa invitación a la fe y a al conversión”. Era 1990. En una celebración eucarística ante 12.000 personas en Periasc, en Val d´Ayas, Juan Pablo II no ocultaba su amor por estas cimas alpinas. Por primera vez el Papa repetía su presencia en el Valle de Aosta. Los habitantes lo consideraron un gran regalo.
Pero la gente sencilla de estos lugares no imaginaba que el Papa volvería otras siete veces. Esta mañana salió hacia las montañas del norte de Italia en un paréntesis de descanso que durará hasta el 20 de julio. Por segunda vez, lo hizo directamente en avión desde el aeropuerto romano de Ciampino al «Corrado Gex» de Saint-Christophe; luego, en coche hasta Les Combes d´Introd. Allí le esperaba el Hogar de la Fundación de los Salesianos de Les Combes, una construcción de madera y piedra en la que no falta el simbolismo religioso. El arquitecto pensó el despacho como si fuera la proa de una nave desde la que se contempla un magnífico panorama.
Este año le han preparado una sorpresa: un pequeño paseo que parte desde una imagen de la Virgen, regalo de la comunidad salesiana de Châtillon, cerca de la casa, para entrar en el bosque, hasta un espléndido mirador, desde el que se pueden ver Aosta, el grupo de montañas del Rosa y el Cervino. Una oportunidad para saludar a la naturaleza al alba (el Papa se levanta a las 5,30) o al atardecer, sin necesidad de escolta. Lo cual no sustituirá las tradicionales excursiones diarias.
El obispo de Aosta, Giuseppe Anfossi, espera con alegría este encuentro, que siempre tiene novedades, como el reciente viaje a Ucrania. Ofrecemos unas vacaciones a una persona que viene de una labor muy importante y valiente -explica el obispo-, un hombre que sigue soportando ritmos de vida fatigosos, y para el que el momento de descanso y la elección del lugar no son indiferentes. Tengo que decir que acogerlo, tras un momento tan importante para la historia de nuestra Iglesia, me emociona.
Osvaldo Naudin, alcalde de Introd, pretende organizar algo especial cuando se cumplan diez años de las vacaciones papales en Les Combes.
También este año el único momento público será el Angelus del domingo 15 de julio en Les Combes, cerca de la colonia salesiana. En esta ocasión, una imagen tallada de 1,67 metros de la Virgen del Grand Retour (Gran Retorno), saldrá por primera vez desde 1948 de la catedral. En 1948, el obispo Maturino Blanchet pidió que se celebrasen solemnes fiestas religiosas, en honor de María Reina del Valle de Aosta, en todas las parroquias, inspiradas en el Grand Retour, organizado en Francia al final de la segunda guerra mundial. Dos estatuas de Nuestra Señora salieron, una de Courmayeur y otra de Gressoney, y recorrieron en procesión todas las parroquias. El domingo 15 de julio próximo, la Reina del Valle estará en Les Combes como signo de agradecimiento de estas gentes al sucesor de Pedro.
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