EL CAIRO, 30 julio 2001 (ZENIT.org).- Las organizaciones egipcias de defensa de los derechos humanos se mostraron satisfechas con la sentencia emitida este lunes en El Cairo que rechaza divorciar, contra su voluntad y la de su marido, a la escritora Nawal Saadawi, acusada de apostatar del Islam.
Nanih al Wash, el abogado integrista islámico que la acusó de apostasía y que pidió que se la obligara a divorciarse de su esposo, anunció a la agencia EFE que recurrirá el veredicto para defender «el derecho individual a denunciar a quienes se considera que dañan al Islam».
La escritora fue acusada de apostasía por Al Wash tras la publicación de unas declaraciones en las que, según un semanario egipcio, Saadawi había afirmado que la peregrinación anual de los musulmanes a La Meca es un «vestigio del paganismo».
También solicitaba la igualdad de derechos para las mujeres en el Islam, en concreto en el reparto de la herencia, de la que los hombres reciben el doble que las mujeres, según la «sharia» o ley islámica.
El abogado reclamaba que Saadawi fuera divorciada de su marido, el médico Sherif Hatata, debido a que un musulmán no puede estar casado con un apóstata, de acuerdo con la «sharia», que es una de las bases de la legislación egipcia.
La ley islámica sólo permite a las mujeres musulmanas casarse con hombres de la misma religión, aunque autoriza a los hombres a contraer matrimonio con cristianas o judías, pero no con apóstatas.