KANO, 5 noviembre 2001 (ZENIT.org).- Una mujer embarazada, condenada por un tribunal islámico nigeriano a ser lapidada a muerte por adulterio, huyó de su domicilio según informó el pasado viernes un responsable a la agencia AFP.

La mujer, Safiya Tungar-Tudu, de 33 años, fue condenada a muerte por un tribunal islámico del estado de Sokoto, al noroeste de Nigeria, el 9 de octubre pasado.

Desapareció de su domicilio a principios de la semana, indicó por teléfono desde Sokoto, a 700 kilómetros al norte de Lagos, el comisario de información del estado, Attahiru Mai-Akwai Gwadabawa.

«He oído hablar de la fuga, he sido informado», declaró Gwadabawa, confirmando un artículo del diario «Daily Trust».

El gobierno del estado de Sokoto, que se unió el año pasado a la lista de una decena de estados del norte de Nigeria que han puesto en vigor la charia, la ley islámica, se propone hacer consultas legales sobre la conducta a seguir, añadió el responsable.

«Esperamos ahora el consejo de juristas islámicos sobre lo que prevé la charia en una situación semejante y nosotros lo seguiremos», declaró.

Según la charia, el adulterio está castigado con la muerte por lapidación. Sin embargo, el hombre acusado de haber tenido relaciones con la joven ha sido puesto en libertad por el mismo tribunal tras concluir que no había «suficiente evidencia» para juzgarlo por su presunto adulterio.

Los movimientos de defensa de derechos humanos han condenado la sentencia de muerte por lapidación contra esta mujer.