KAMPALA, 19 noviembre 2001 (ZENIT.org).- El pasado 1 de noviembre, los magos de Uganda no pudieron ganar el premio de 6 millones de dólares que el religioso Anatoli Wasswa había prometido pagar a cualquier doctor brujo que demostrara poderes sobrenaturales o que hiciera hablar en público a los espíritus malignos, según informa el semanario local «Sunday Vision».
La reunión fue convocada por el obispo Cyprian Kizito Lwanga, de la Iglesia católica, por el obispo anglicano Evans Mukasa Kisekka y por el padre John Bbosa Kibuuka de la Iglesia ortodoxa, como reacción al fenómeno cada vez más extendido de la brujería en los distritos de Luweero y Nakasongola.
En esta zona, muchas personas creen que las muertes de los niños y los fracasos en los negocios son causados por brujería.
La reunión tomó tintes dramáticos cuando un ex doctor brujo reveló los trucos que había empleado para estafar a sus víctimas.
El obispo Kizito pidió al Gobierno que ayude a las Iglesias a combatir la superstición y urgió al pueblo a ser mensajeros contra la brujería.
El hermano Anatoli Wasswa, sacerdote de la Congregación de San Carlos Lwanga (los Baanakaroli) es también experto en hierbas. La productora de video Ukweli, con sede en Nairobi, ha realizado un documental, con el título «Medicina hecha por Dios», sobre su trabajo. El video relata cómo el sacerdote aparta a la gente de la brujería.