PAGADIAN, 23 noviembre 2001 (ZENIT.org).- Rebeldes musulmanes han mostrado a un emisario del Gobierno filipino un vídeo del sacerdote italiano Giuseppe Pierantoni, secuestrado el 17 de octubre en el sur de Filipinas. La película quiere demostrar que el religioso está todavía vivo, según declaró el consejero de la presidencia filipina Jesús Dureza.
El 18 de noviembre fuentes militares habían anunciado el hallazgo de un cadáver mientras buscaban el escondite donde estaba prisionero el sacerdote. Durante algunas horas se temió que podía ser el cadáver del padre Pierantoni, pero luego tanto su superior como un obispo local excluyeron esta posibilidad.
Según Dureza, el padre Pierantoni fue filmado por sus raptores la semana pasada en su escondite, justo después del descubrimiento del cadáver que se creía del misionero. «Lo han hecho quizá para desmentir las informaciones según las cuales estaría ya muerto», dijo Dureza.
El misionero, de 44 años, fue secuestrado en la isla de Mindanao hace un mes. La responsabilidad del secuestro no ha sido todavía establecida. Las autoridades la habían atribuido primero al grupo Abu Sayyaf y luego se habló del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF).
Mientras tanto, informa la agencia Fides, monseñor Zacarías Jiménez, obispo de Pagadian, ha pedido perdón por el escaso respeto e irresponsabilidad demostrados por políticos y medios de comunicación filipinos, en una carta escrita el día 19 de noviembre a los familiares del misionero, expresando la amargura de la comunidad local.
Refiriéndose a las voces incontroladas sobre la muerte o liberación del misionero, dice: «Lo sucedido es una vergüenza. Los líderes católicos que siguen el caso muestran tensión y frustración».