PEKÍN, 13 diciembre 2001 (ZENIT.org).- El presidente chino Jiang Zemin se ha mostrado favorable de reforzar el control ejercido por el Partido Comunista Chino (PCC) sobre las diferentes religiones en China, informa este jueves la prensa de esta capital.
El líder chino expuso en grandes líneas la política religiosa que debería aplicarse en su país al intervenir este miércoles en una conferencia sobre religión.
La intervención tiene lugar en medio de una agresiva campaña del régimen contra comunidades católicas en algunas regiones del país que no aceptan pasar a la Asociación Católica Patriótica, una especie de Iglesia controlada por el régimen, así como contra el grupo Falungong.
«Los creyentes deben amar su país, apoyar al sistema socialista y a la dirección del Partido Comunista y respetar las leyes del país», afirmó Jiang, según explica el «Cotidiano del Pueblo».
«La religión no debe permitirse nunca el oponerse a la dirección del partido o al sistema socialista ni destruir la reunificación nacional o la unidad étnica», añadió.
Insistiendo en el hecho de que los miembros del Partido Comunista deben seguir siendo ateos, el presidente chino pidió un control más cercano de las prácticas religiosas de la población.
Quienes no son directivos comunistas, sin embargo, deberían beneficiar de «la libertad de creencia religiosa», reconoció.