HREF="http://www.zenit.org/">ZENIT.org).- Juan Pablo II presentó este viernes la ley natural como el terreno de diálogo entre creyentes y no creyentes preocupados por la búsqueda del bien común.

Al encontrarse con los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Santo Padre constató que la ley natural --«participación de la criatura racional en la ley eterna de Dios»-- ofrece elementos decisivos para la acción de los legisladores cristianos al servicio de los derechos humanos.

En el encuentro, en representación de los presentes, el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación vaticana, constató cómo la ley natural se está empañando en la conciencia contemporánea.

Este oscurecimiento, constató, comporta evidentes «peligros», pues al perderse los principios éticos comunes de encuentro, el diálogo entre personas de diferentes culturas y creencias se hace muy difícil.

Por el contrario, la ley natural, como explicó el Papa, ofrece «una amplia base de diálogo con personas de otra orientación o formación, de cara al bien común».

«En un momento cargado de preocupación para la suerte de tantas naciones, comunidades y personas, en especial las más débiles en todo el mundo», el pontífice alentó a los intelectuales católicos, y en particular a los miembros de la Congregación vaticana a «redescubrir el valor de esta doctrina, teniendo en cuenta también los desafíos que esperan a los legisladores cristianos en su deber de defensa de la dignidad y de los derechos del hombre».