CIUDAD DEL VATICANO, 24 abril 2002 (ZENIT.org).- La elaboración de principios comunes de acción para la Iglesia católica en Estados Unidos que impidan la repetición de casos de abusos de menores por parte de sacerdotes se convirtió en el tema central de la reunión de obispos y cardenales, que tuvo lugar entre el martes y miércoles en el Vaticano.
El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, monseñor Wilton D. Gregory, presentó en la mañana del miércoles las proposiciones que surgieron de las diferentes intervenciones que pronunciaron el martes los participantes en el encuentro de 24 prelados (cardenales y obispos estadounidenses y miembros de la Curia romana).
Se ha hablado, según ha confirmado Radio Vaticano de la posibilidad de crear comisiones diocesanas, formadas por religiosos, laicos y parientes de las víctimas, y de atender con la máxima atención el acceso y la formación de los seminarios.
Según ha podido saber Zenit, varios cardenales, han indicado que es precisamente en el seminario --con un adecuado seguimiento y ayuda a cada candidato al sacerdocio-- donde más posibilidades existen de evitar el problema en el futuro.
Juan Pablo II no pudo participar en la sesión de la mañana, pues tenía que presidir la audiencia general a miles de peregrinos en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El tema que más interés ha suscitado entre los numerosos periodistas estadounidenses que se han desplazado a Roma para cubrir la reunión ha sido la adopción de la regla «one strike and you´re out» (una falta y expulsión del ejercicio del ministerio sacerdotal).
En su informativo, Radio Vaticano recogió dos opiniones sobre el argumento. Por un lado, citó al cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Ángeles, según el cual, «el Papa no podía haber sido más claro a la hora de expresar lo que en Estados Unidos es definida como "tolerancia cero" frente a los abusos».
Por su parte, el cardenal Francis George, arzobispo de Chicago, ha subrayado, según la emisora pontificia, «la necesidad de distinguir entre los diferentes comportamientos, caso por caso», dejando claro que la prioridad es proteger a los niños.
Juan Pablo II, en el discurso que había pronunciado este martes ante la reunión había afirmado al respecto: «La gente necesita saber que no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa para aquellos que causan daño a los jóvenes».
Este miércoles, en declaraciones a los reporteros, el cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington, tras haber comido con el Papa y con otros obispos de Estados Unidos, explicó que estaban estudiando cómo aplicar este principio a los casos concretos, por ejemplo, cuando se descubre un abuso que sucedió hace ya muchos años.
Los cardenales en la sesión de la tarde siguieron redactando la declaración final, que debería ser entregado a la prensa al concluir el encuentro.
Las conclusiones de esta reunión serán presentadas en la asamblea de Conferencia de Obispos Católicos, que tendrá lugar en Dallas del 13 al 15 de junio.
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Apr 24, 2002 00:00