CIUDAD DEL VATICANO, 17 mayo 2002 (ZENIT.org).- Periódicos de todo el mundo han citado este viernes las frases de tres cardenales en las que hacen alusión a las posibles dimisiones de Juan Pablo II. Los tres coinciden en que la cuestión no se plantea en estos momentos. Karol Wojtyla cumple este sábado 82 años.
El cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha afrontado el argumento en una entrevista concedida al semanario Münchner Kirchenzeitung [ http://www.erzbistum-muenchen.de ] de la arquidiócesis de Munich y Freising.
Ante la pregunta sobre una eventual dimisión del Papa, el cardenal responde: «No se lo he preguntado todavía. Pero si él viera que no podría más, seguramente se retiraría. Mientras que no le cueste más que sufrimiento, se mantiene firme. Lo que nos impresiona siempre es su voluntad de hierro».
Por lo que se refiere a las transformaciones experimentadas por el Papa en los últimos años, añade: «Se ha hecho más tranquilo, habla menos. Pero escucha siempre de manera muy atenta y plantea preguntas que demuestran que tiene todavía una gran vivacidad».
La prensa ha dado también amplio espacio a una frase del cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), quien ha venido a Roma para recibir un doctorado «honoris causa» por parte de la Universidad Pontificia Salesiana.
El cardenal afirmó que «el Papa se siente responsable y el día en que se dé cuenta de que no puede continuar, tendrá el coraje de decir: «lo dejo»».
Este jueves, en Madrid, cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, descartó la posibilidad de retiro del Papa con estas palabras: «no se ha planteado la opción de su renuncia en estos momentos».
El arzobispo cubano alabó la actitud del Santo Padre para «superar las limitaciones de su salud» y presentarse ante todos con «la humildad que le caracteriza y superando los problemas de salud para seguir sirviendo a la Iglesia».
«Su comportamiento y su capacidad de congregación es un ejemplo y un llamamiento a nuestras conciencias», afirmó el purpurado cubano en declaraciones referidas por la agencia Europa Press.
La decisión de la renuncia de un Papa corresponde únicamente al Papa, como establece el Código de Derecho Canónico en canon 333, 2: «Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie».
Y Juan Pablo II dejó clara su opinión al respecto este miércoles al encontrarse con miles de peregrinos: «Confió en vuestro apoyo espiritual para continuar con fidelidad en el ministerio que el Señor me ha confiado».