El Museo de Arte Religioso Fray Pedro Gocial, que se encuentra dentro del convento de San Francisco, de Quito, cuenta con más de diez mil metros cuadrados de superficie, y contiene expuestas 1.500 piezas recientemente restauradas.

Durante el acto inaugural el Provincial de la Orden Franciscana, Fray Luis Cabrera Herrera, afirmó que «la pintura, la escultura y la arquitectura son un eficacísimo medio de transmitir las verdades de la fe, máxime cuando van unidas a lo bello. Las artes adquieren una importancia aún mayor en un mundo en donde predomina la generación de la imagen, de manera que lo religioso entra por los sentidos».

El padre Cabrera explicó que «en el siglo XVI, con Fray Jodoco Ricke --de origen flamenco-- se comenzó la enseñanza de leer y escribir y el arte de pintar y esculpir a los indígenas y mestizos. Con la Escuela Quiteña de Arte se logró armonizar las verdades del cristianismo con la cultura y el genio propios de estos lugares. Además de aprender la pintura, nuestros indígenas crearon nuevas formas de expresión; eso es lo que queremos ofrecer a la ciudadanía».

La creación del museo se hizo posible gracias a un proyecto conjunto del Instituto de Patrimonio Cultural del Ecuador y de la Agencia Española de Cooperación Internacional. El proyecto, que comenzó en 1983 con la restauración de los salones y piezas de arte, comprometió la labor de historiadores, arqueólogos, arquitectos, científicos, especialistas en arte, artesanos y obreros.

El museo está estructurado con cinco grandes secciones: origen de la comunidad franciscana de Quito; inicio del arte quiteño; el arte barroco; la exaltación del arte barroco y el esplendor de la escuela quiteña en el siglo XVIII.