VALENCIA, 20 mayo 2002 (ZENIT.org).- Una misionera ha evitado ya el que al menos mil mujeres recurran a la prostitución creando puestos de trabajo dignos.
Consuelo García, religiosa española de la congregación del Sagrado Corazón de Jesús y María, se encuentra desde hace 9 años en Thailandia donde dirige la escuela-hogar Ban Marina (Casa de María) en la población de Chiangmai, al norte del país.
En sus instalaciones, actualmente, 65 jóvenes, de entre 15 y 18 años, procedentes de diversas tribus de la zona reciben formación de manera totalmente gratuita.
«A causa del desarraigo familiar, pobreza e ignorancia la mayoría de las jóvenes de la comarca sufren marginación y explotación», explica Consuelo García a la agencia AVAN, órgano informativo de la arquidiócesis de Valencia.
Su labor se dirige principalmente a las que son «víctimas de la prostitución y del sida, hijas de toxicómanos, con frecuencia procedentes de familias indocumentadas o con graves problemas familiares».
El período de formación en la residencia abarca dos años y en ella se imparten clases de corte y confección, diseño, mecanografía, matemáticas, idiomas e informática, así como formación sanitaria, moral, social y religiosa.
El cien por cien de las jóvenes que cursan el programa consigue trabajo en industrias y talleres de la comarca de Chiangmai «porque existe mucha demanda de modistas y la exportación ha crecido extraordinariamente», ha señalado la misionera.
Muchas de ellas trabajan ya como profesoras de corte y confección en sus pueblos, como maestras de escuelas infantiles e, incluso, como cooperantes en programas de promoción de la mujer en organismos estatales y de ONGs.
Otras ex alumnas dirigen sus propios talleres de confección, cooperan en las propias instalaciones de Ban Marina y hasta, en el caso de 10 de ellas, han iniciado este año una licenciatura a través de la Universidad a distancia.
Asimismo, las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús y María cuentan con otro edificio colindante a Ban Marina, que alberga a otras 112 chicas, de entre 17 y 27 años, todas ellas ya con empleo.