CIUDAD DEL VATICANO, 28 mayo 2002 (ZENIT.org).- La histórica alianza entre la OTAN y Rusia contra el terrorismo, el conflicto en Oriente Medio, y los escándalos de sacerdotes estadounidenses, han sido los tres temas principales de la audiencia que concedió este martes Juan Pablo II al presidente George W. Bush.
Lo revela un comunicado de prensa difundido por la Santa Sede al concluir el segundo encuentro en entre los dos líderes desde que Bush fue elegido presidente(el anterior tuvo lugar el pasado mes de julio en la residencia pontificia de Castelgandolfo).
El Santo Padre dio la bienvenida al presidente en su biblioteca en el Vaticano. Nada más entrar, Bush pidió al pontífice que se sentara y le dijo: «Gracias por recibirme».
Ante todo, explica Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede en un comunicado de prensa, Bush ilustró al Santo Padre las conclusiones de la cumbre de Pratica di Mare (localidad cercana a Roma), en la que los 19 países de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia firmaron una «Declaración» llamada a abrir una nueva era de colaboración en la política internacional de defensa.
Mientras el Papa se entrevistaba con Bush, el secretario de Estado Colin Powell se reunió con el cardenal italiano Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, y con el arzobispo francés Jean-Louis Tauran, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados.
En estos encuentros, explicó Navarro-Valls «se ha pasado revista a algunos de los problemas internacionales más apremiantes, entre ellos el de Oriente Medio. Además de los aspectos políticos, se ha tomado en consideración la dimensión humanitaria de la dramática situación vivida por los dos pueblos israelí y palestino. Se ha mencionado también la difícil situación de los cristianos en Oriente Medio».
«El Papa ha expresado nuevamente su cercanía total al pueblo estadounidense, tras los acontecimientos del 11 de septiembre pasado», aclara el comunicado vaticano.
Por último, el portavoz papal revela que los dos líderes afrontaron la difícil situación que han tenido que afrontar en los últimos meses los católicos de Estados Unidos al hacerse públicos numerosos casos de abuso sexual de menores provocados por sacerdotes.
El Papa, revela el comunicado, «ha querido expresar, a pesar de las dificultades del momento, su confianza en los recursos espirituales de los católicos estadounidenses comprometidos en testimoniar los valores evangélicos en la sociedad».
En la cumbre entre la OTAN y Rusia, que precedió la reunión, Bush describió al Papa como «un hombre de una dignidad y compasión enormes» y confirmó que quería afrontar con él el tema de los escándalos provocados por sacerdotes.
«Voy a escuchar con atención lo que el Papa tiene que decir», afirmó Bush. «Le voy a decir que estoy preocupado por la Iglesia católica en Estados Unidos».
«Lo digo, pues la Iglesia católica es una institución increíblemente importante en nuestro país», dijo Bush. «Mencionaré también el hecho de que aprecio el liderazgo del Papa».
