PARÍS, 9 julio 2002 (ZENIT.org).- El primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin quiere continuar las reuniones regulares con la Iglesia católica comenzadas por su predecesor, Lionel Jospin. Así lo anunció este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, el arzobispo Jean-Pierre Ricard.
«El primer ministro desea que este trabajo, estos encuentros, y esta instancia de concertación puedan proseguir», declaró monseñor Ricard al salir de un encuentro con Raffarin este lunes.
Los encuentros de colaboración entre el gobierno y los obispos constituyen una auténtica novedad para la historia republicana francesa, caracterizada por la aguda separación Iglesia-Estado.
«El mes de septiembre emprenderemos el trabajo en esta dirección», añadió. «El encuentro después del verano tendrá como objetivo definir los grandes temas sobre los que quisiéramos trabajar de manera concertada», ha precisado el arzobispo de Burdeos.
Monseñor Ricard, acompañado por el cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París, y por el padre Stanislas Lalanne, secretario general del episcopado, fue recibido durante una hora por el primer ministro, hombre cercano al presidente Jacques Chirac.
El encuentro sirvió para «tomar contacto, después de las elecciones, con el nuevo gobierno francés», indicó el prelado.
El primer ministro socialista Lionel Jospin y los representantes de la Iglesia católica habían acordado en febrero formalizar las relaciones existentes entre la Iglesia y el Estado a través de reuniones regulares.
Las dos partes decidieron entonces crear grupos de trabajo para avanzar en el examen «de problemas administrativos y jurídicos que se plantean en las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado de Francia», había afirmado el gobierno de Jospin.