Los hechos ocurrieron el pasado 2 de mayo, durante los enfrentamientos entre dicho grupo guerrillero y las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia). Los paramilitares se parapetaron en la iglesia del municipio, donde se refugiaban unos 300 civiles.
Las FARC lanzaron contra ellos varios cilindros explosivos, uno de los cuales alcanzó el techo del templo provocando la muerte de 119 personas.
«Luego de los enfrentamientos decidí desertar», explicó Asprilla en su testimonio, recogido por el diario colombiano «El Tiempo». El ex guerrillero se entregó a las autoridades el pasado 27 de junio en el municipio de Vigía del Fuerte, vecino a Bojayá.
Según Asprilla, un comandante de las FARC decidió perpetrar el ataque al conocer que dentro de la iglesia se refugiaban también integrantes de las AUC. La Fiscalía compara ahora el testimonio del ex guerrillero con los de los supervivientes de la masacre para dar con los responsables principales de la masacre.