«Como peregrinos, vuestro camino espiritual a Colonia comienza hoy. ¡Cristo os espera allí para la XX Jornada Mundial de la Juventud! », afirmó el Papa al terminar la eucaristía conclusiva de la edición de esta Jornada celebrada en Toronto.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud se celebran normalmente a nivel mundial cada dos años. Sin embargo, el Santo Padre ha preferido que el encuentro de Alemania sea precedido por tres años de preparación con el objetivo de que cuente con una mayor preparación sobre el terreno de manera que pueda dar los frutos espirituales deseados en los jóvenes.
A este período de preparación, el pontífice le bautizó con el nombre de «peregrinación en la fe».
Juan Pablo II agradeció al mismo tiempo la extraordinaria labor desempeñada por la Iglesia católica y las autoridades canadienses a todos los niveles para acoger las Jornadas de Toronto, que concluyeron con la participación en la eucaristía de 800.000 personas.
En la tarde de este domingo, el pontífice quiso reunirse en la casa de las Hermanas de San José en Toronto con los miembros del Comité organizativo para estrechar su mano y agradecerles su trabajo, así como con un grupo de jóvenes aborígenes canadienses.