Con este motivo, el Santo Padre ha enviado a través del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado de la Santa Sede, un mensaje en el que recuerda a este «destacado apóstol del amor al prójimo» y transmite a los colaboradores de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» sus condolencias.
En el texto, dirigido a Hans-Peter Röthlin, presidente de la Asociación, «Su Santidad les asegura que rezará por el reposo del alma del religioso y recuerda, agradecido, su ejemplar celo apostólico».
Por último, el pontífice recuerda la « eficaz contribución a la unidad entre los cristianos» del padre Van Straaten.
Los funerales fueron presididos por el cardenal Darío Castrillòn Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero.
El fallecimiento del padre Van Straaten ha provocado mensajes de pésame de los episcopados de todo el mundo, en particular de América Latina, Asia y África.
Particularmente significativo es el mensaje del metropolita Kirill, presidente del Departamento para las relaciones con el exterior del Patriarcado ortodoxo de Moscú.
«También para la Iglesia ortodoxa rusa –afirma– es una gran pérdida, pues era un verdadero amigo. El padre Werenfried ha sido uno de los primeros a ofrecer su ayuda a nuestra Iglesia, desangrada por muchos años de cruel represión. Que el Señor acoja su alma en el Reino de los bienaventurados».