Este vieres, en un encuentro con los medios de comunicación, el director de la asociación benéfica de la Iglesia, José Sánchez Faba, y su secretario general, Silverio Agea, explicaron que las distintas Cáritas nacionales (existen 154 en todo el mundo) se están preparando para realizar una intervención humanitaria en caso de que se produzca un ataque de EE UU sobre Irak.

Muchas de ellas ya han comenzado a hacer acopio de víveres, medicinas y ropa en previsión de lo que pueda suceder.

«Calculamos que habrá alrededor de 500.000 desplazados si se desencadena la guerra», aseguraron los responsables de Cáritas Española, «y eso sólo en caso de que sea, como anuncia EE UU, una acción rápida. Si la guerra se prolongase, el número sería mucho mayor».

En Amán (Jordania) se encuentra la oficina de Cáritas Irak que, en caso de que estalle el enfrentamiento, coordinará la ayuda humanitaria que prestará esta institución.

«También hay otras delegaciones en Siria y en el Kurdistán para atender a los refugiados», añadieron.

«Cáritas Irak ya ha pedido ayuda a las distintas delegaciones de la asociación, para que les envíen víveres, ropa, etc., ya que la gente acudiría a las iglesias a protegerse en caso de guerra», prosiguen.

El director y el secretario general también leyeron un manifiesto titulado «¡Digamos no a la guerra!», al que se han sumado ya alrededor de 150 entidades religiosas y sociales con el que expresan su «oposición a la guerra a los miembros del Parlamento» y al embajador de los Estados Unidos de América.

Agea presentó también en el encuentro el «Plan estratégico de Cáritas Española» para el período 2003-2007, que fue aprobado por la 57ª asamblea general que se celebró entre el 31 de enero y el 2 de febrero pasados.

Agea explicó que Cáritas Española se va a reorganizar para dirigir su acción «a los últimos y más desatendidos de los pobres».

«No cambia nuestro objetivo, pero sí la metodología de trabajo», puntualizó.

Agea abogó por «globalizar la solidaridad» y por «trabajar desde el acompañamiento, no desde la acción directa».

«Queremos hacernos cargo de aquellos que no cubren desde otros estamentos de la sociedad», aunque advirtió «que muchas veces es lo más oculto y lo menos agradable, pero hemos tomado una opción preferencial por los pobres».

Sánchez Faba explicó que este plan estratégico ha supuesto dos años de trabajos y que «es la carta de navegar que en los próximos 7 años dirigirá la flota de paz que es Cáritas», ya que «busca dar respuestas adecuadas a los problemas más acuciantes de la sociedad».