En el telegrama, enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, «entristecido por las noticias de grandes pérdidas de vidas en el atque incendiario del metro de Taegu», el Santo Padre pide al obispo de Taegu, monseñor Paul Ri Moun-hi «que haga llegar sus más sentidas condolencias a las autoridades civiles y a las familias afectadas».
El mensaje papal concluye asegurando sus oraciones «por el eterno descanso de las víctimas e invoca a Dios el don de la fuerza y del consuelo para los que se encuentran en luto».
El alcalde de Taegu informó de que un hombre de 56 años con antecedentes de enfermedad mental era sospechoso de haber provocado el incendio, al finalizar la hora de mayor tráfico en la mañana del martes.
Testigos revelaron que el hombre había prendido fuego a un cartón de leche conteniendo un líquido inflamable y se lo lanzó a un vagón.
Las autoridades indicaron que un segundo tren llegó a la estación en el momento en que se desató el incendio. Ambos trenes, cada uno con seis vagones, tenían un total de 400 personas a bordo.