Inglaterra: Los líderes anglicano y católico subrayan las dudas morales de un ataque a Irak

LONDRES, 20 febrero 2003 (ZENIT.org).- El líder de la Comunión Anglicana y el presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales publicaron este miércoles un comunicado conjunto en el que reconocen la persistencia de dudas sobre la legitimidad moral de un ataque a Irak.

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El comunicado ha sido firmado por el cardinal Cormac Murphy-O’Connor, arzobispo católico de Westminster, y por el doctor Rowan Williams, arzobispo de Canterbury, jefe de la Iglesia de Inglaterra, después de haber mantenido en días pasados un encuentro privado.

«La guerra es siempre una perspectiva profundamente perturbadora, de modo que nunca puede ser contemplada sin un sentido de fracaso y de pesar por el hecho de que los demás medios no hayan prevalecido», afirman los dos líderes cristianos.

«Somos sumamente conscientes del gran peso de responsabilidad que cargan quienes tienen que tomar las últimas decisiones en estos asuntos –reconocen–. Están diariamente en nuestros pensamientos y oraciones, así como todos los que se verían afectados directa o indirectamente por la guerra».

«Los acontecimientos de los últimos días muestran que siguen persistiendo las dudas sobre la legitimidad moral, así como sobre las impredecibles consecuencias políticas y humanitarias de una guerra contra Irak», explican los exponentes cristianos más representativos de Inglaterra.

«Reconocemos que la alternativa moral a la acción militar no puede ser la inacción, la pasividad, la resignación o la indiferencia –aclaran–. Por ello, es vital que todas las partes implicadas en la crisis se comprometan, a través de las Naciones Unidas, total y urgentemente, en un proceso, que incluye la continuación de las inspecciones de armamentos, que podría y debería hacer innecesario el trauma y la tragedia de la guerra».

«Con firmeza urgimos al gobierno de Irak a demostrar sin dilación su inequívoco cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre las armas de destrucción de masas».

«El tiempo de Cuaresma se está acercando, tiempo en el que todas las tradiciones cristianas nos alientan a examinarnos a nosotros mismos con honestidad, a reconocer nuestras deficiencias y a buscar la reconciliación con Dios –concluyen–. Debemos esperar y rezar para que con la guía de Dios, se encuentre un desenlace final que traiga paz y justicia para Irak y Oriente Medio».

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ZENIT Staff

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