En particular, denuncia la «desprotección en la que viven millones y millones de niños a los cuales el Estado estaría obligado, de manera muy especial, a educar, a posibilitarles los espacios para que pudieran hacerse personas de bien. Pero nuestros estados se preocupan muy poco de los niños, muy poco».
En una entrevista concedida al programa televisivo «Mundo Solidario», producido por la asociación «Ayuda a la Iglesia Necesitada» para Popular Televisión (España), el obispo de Zipaquirá (Colombia) afirma que en la lucha contra la pobreza en América Latina Juan Pablo II ha marcado una línea muy clara.
«Hay que luchar porque haya una distribución más equitativa de los bienes de nuestro continente», para lo cual pedido un mayor compromiso de los parlamentos nacionales.
«Hay necesidad de influir mucho más en los parlamentarios –afirma–. Nosotros creemos que ése es un mundo al que no le debemos tener miedo, al contrario, debemos tomar contacto con los parlamentarios, convencerlos de que hay necesidad de leyes justas, hay necesidad de que la justicia social tenga el mejor presupuesto».