El galardón reconoce la contribución que Szulezynski ha ofreciendo a las relaciones entre Georgia y el Vaticano, a través del servicio ofrecido a las personas pobres y abandonadas, informa «Radio Vaticano».
El ceremonial no prevé que sea el presidente de la República quien entregue la Orden, sino embargo Shevardnadze ha querido hacerlo personalmente como signo de aprecio por su labor.