SANTIAGO, 17 marzo 2003 (ZENIT.org).- Frente a las «nueva pobrezas» y a la soledad, es indispensable que todas las diócesis de América consideradas como «grandes ciudades» tengan un plan pastoral fundamentado en la espiritualidad de comunión.
Es la principal conclusión del Seminario sobre Pastoral en la Megápolis que ha reunido del 11 al 13 de marzo a cardenales, obispos, sacerdotes y laicos en la capital de Chile.
Convocada por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), en la reunión se constató que la Iglesia debe avanzar en un conocimiento permanente y actualizado de la gran ciudad para responder a sus necesidades, según explicó el secretario general del organismo, monseñor Carlos Aguiar, a IglesiaChile.org .
Una de las características de las grandes ciudades, «muy cruel y muy dura, es la del anonimato, del aislamiento», comentó el presidente del CELAM, monseñor Jorge Jiménez Carvajal –obispo de Zipaquirá (Colombia)–.
«La solución está en la comunión y nuestra Iglesia es fundamentalmente comunión», subrayó.
Por ello, según monseñor Jiménez Carvajal, «la parroquia tiene que ser una casa de comunión y un espacio donde todos los creyentes puedan llegar como hermanos y sentirse miembros de una familia».
En este sentido, de acuerdo con el prelado, el gran desafío y obligación de la Iglesia de América Latina es «ser portadora de esperanza. Debe anunciarla y tratar de que haya muchas iniciativas para ese pesimismo en el cual viven muchos pueblos y pueden caer otros tantos más».
Según monseñor Aguiar, América Latina tiene muchos rasgos comunes en las megápolis, caracterizadas por las situaciones ya instaladas por la economía y la globalización y por otras que son emergentes y que afectan en particular a los sectores más excluidos.
El plan pastoral que deberá construirse en cada gran diócesis será un desafío para la pastoral social de la Iglesia pues, como constataron en este encuentro los obispos, «han emergido nuevos pobres que atender en la gran ciudad», reconoció monseñor Aguiar.
El tema de la migración y el de la coordinación pastoral son los principales retos en relación con la tarea evangelizadora de la Iglesia, según se estudió en el Seminario sobre Pastoral en las megápolis.
Con relación a los migrantes, monseñor Aguiar expresó que «las ciudades grandes siguen creciendo y ellos necesitan información, orientación y atención permanente».
«El otro desafío –añadió– es establecer las conexiones de interacción necesarias, porque nadie puede por sí mismo y por un solo sector resolver sus problemas».
En este contexto, el secretario general del CELAM dijo que las nuevas tecnologías y los medios de comunicación en las grandes ciudades son «un gran vehículo, un instrumento que la Iglesia desea aprovechar para llegar con su mensaje a todos los habitantes de las grandes ciudades».