La edición italiana diaria de «L’Osservatore Romano» considera que, en los inicios de las operaciones militares contra Irak, es «el momento de intensificar la súplica de la Reina de la Paz para que interceda ante su Hijo, el Príncipe de la Paz».
La paz, aclara el diario, «es una meta a la que conducen los senderos comprometedores de la política y de la diplomacia, que hoy por desgracia parecen abandonados en lugar de los más cómodos de los bombardeos y del asesinato de personas indefensas».
Ante esta realidad, añade, los creyentes cuentan todavía con el arma de la oración para mover los corazones.
La propuesta tiene lugar en el día en que los cristianos de Irak (católicos y de otras confesiones) iban a consagrar en la tarde su país a la Virgen, «Reina de la Paz», en la catedral de San José en Bagdad.