Falleció a causa de una pulmonía en el hospital de Sankt Pölten, a unos 60 kilómetros de Viena, donde estaba internado.
Juan Pablo II ha expresado su pésame en un mensaje dirigido al actual arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn, en el que recuerda su ministerio arzobispal y los años en que presidió la Conferencia Episcopal de Austria.
El Papa segura que reza por el purpurado «con la esperanza de que el Señor le reserve la recompensa que Él mismo asegura a sus servidores fieles».
Nacido en Viena, en 1919 y ordenado sacerdote en 1942, el cardenal pertenecía a la Orden de los Benedictinos Confederados.
Elegido arzobispo de Viena, en 1986, fue creado cardenal por Juan Pablo II en el Consistorio del 28 de junio de 1988.
Presentó al Papa su dimisión al cargo el 14 de septiembre de 1995 después de que se estudiantes presentaran denuncias de molestias que habrían tenido lugar en los años setenta. El cardenal las negó siempre públicamente.
Desde entonces vivió retirado en un monasterio benedictino.
«Más allá de las sombras, en el momento del adiós, hay que recordar los méritos del sacerdote y del obispo», declaró este lunes el cardenal Schönborn, al expresar su pésame por la muerte de su predecesor.
Con la muerte del cardenal Groër, el Colegio cardenalicio queda conformado por 170 purpurados, de los cuales 112 son electores y 58 no electores.