El doctor Carey expuso su idea en la jornada conclusiva del seminario promovido por la Pontificia Universidad de Letrán «Juan Pablo II: 25 años de pontificado, la iglesia al servicio del hombre».
«Estoy convencido del valor de las visitas «ad limina» que el Papa mantiene con sus colegas del episcopado de todas partes del mundo», celebradas cada cinco años, subrayó.
Por eso, se preguntó: «El papa Juan Pablo II, ¿podría considerar, de tanto en tanto, ofrecer una consulta informal con los líderes de las iglesias de otras comuniones?».
Según Carey, el ecumenismo en el futuro tendrá que basarse en dos criterios: «la humildad de la cruz» y la «generosidad» para solicitar un testimonio común entre los cristianos en favor del anuncio del Evangelio.