LOMÉ, 23 mayo 2003 (ZENIT.org–Fides).- Alarmados por la posibilidad de en que Togo —en una zona relativamente estable– las tensiones políticas desencadenen la violencia, los obispos del país han hecho un llamamiento para que las elecciones presidenciales del 1 de junio sean auténticamente libres y democráticas.
Los comicios están ligados a la permanencia en la presidencia de Gnassingbé Eyadéma –en el poder desde hace 36 años–.
En su mensaje, titulado «En la verdad, construyamos la paz», los obispos de Togo recuerdan «la imperiosa necesidad de crear las condiciones de una verdadera opción, y por lo tanto, de elecciones efectivamente libres y transparentes».
Los prelados denuncian la modificación de la Constitución, que permite al presidente ser elegido incluso después de dos mandatos: «Las reglas del juego han sido conscientemente alteradas en beneficio de una parte que ha modificado profundamente la ley fundamental elaborada y aceptada por todo el pueblo».
«No se puede afirmar honestamente que estas disposiciones han reforzado la cohesión nacional –subrayan–. Al contrario, prevalece la inquietud y la impresión generalizada de que la paz y la seguridad están amenazadas».
Por ello, los obispos de Togo hacen «un vibrante llamamiento a los responsables políticos para que se unan nuevamente para establecer las medidas que conduzcan a la verdadera paz».
También les piden que sepan estar por encima de sus diferencias, de sus intereses egoístas y de sus ambiciones personales a fin de privilegiar el interés superior del país, el bien común, el bienestar de todos los habitantes y la prosperidad de la nación.
La Organizacion No Gubernamental Franciscans International ha solicitado igualmente a la comunidad internacional que vigile el correcto desarrollo de las elecciones de Togo.
En un comunicado difundido en Ginebra el pasado 13 de mayo, la ONG afirma que «las elecciones de 1993, 1994 y 1998 estuvieron marcadas por las violaciones masivas de los derechos humanos».
«Sin una implicación internacional en la región, tales violaciones pueden caracterizar igualmente las elecciones de este año», advierte la organización franciscana.
Trayectoria política de Togo
Desde 1967, Togo vive bajo la presidencia de Gnassingbé Eyadéma, quien durante más de 30 años impuso al país un régimen de partido único, el «Rassemblement du Peuple Togolais» (RPT).
Las primeras elecciones abiertas a otros partidos representaron un momento decisivo en 1993. Sin embargo, la oposición acusa de maniobras electorales a Eyadéma, quien ha sido reelegido desde ese año hasta la actualidad.
En 2001, Eyadéma anunció su retirada de la vida política en 2003, conforme dicta la Constitución –que prevé sólo dos mandatos presidenciales–. Pero el 30 de diciembre de 2002, el Parlamento, dominado por el RPT, modificó la ley consintiendo a Eyadéma presentarse nuevamente a las elecciones.
Su principal contrincante, Gilchrist Olympo, líder de la «Union des Forces du Changement» (UFC) ha sido excluido de la lucha electoral. Según la Comisión Electoral Nacional Independiente, Olympo no presentó un certificado de residencia y una declaración de impuestos reciente.
En efecto, la Constitución requiere, entre otros apartados, que el candidato presidencial haya residido en Togo al menos desde los 12 meses previos a las elecciones y que tenga una renta fiscal en el país. Olympo ha permanecido exiliado en el extranjero por largo tiempo; fue el 27 de abril pasado cuando regresó a Togo.