CAGLIARI, 13 noviembre 2003 (ZENIT.org–Avvenire).- Dos meses lleva el arzobispo Giuseppe Mani en Cagliari –en la isla italiana de Cerdeña– y ya ha puesto en marcha una iniciativa para dialogar con todos los jóvenes de la archidiócesis que piden ayuda para responder a las cuestiones fundamentales del hombre.
El programa centrado en familia, jóvenes y vocaciones comenzó el 4 de noviembre con los jóvenes y con una «Scuola di Vita» (Escuela de Vida) a ellos destinada y que se prolongará hasta el 30 de mayo de 2004.
Chicos y chicas están convocados a este recorrido formativo de 13 semanas donde se hablará de felicidad, amor, matrimonio y vocación al servicio, todo a cargo de monseñor Mani.
El prelado, cada 15 días, iniciará el recorrido de encuentros: el martes, lección a los jóvenes de Cagliari en el seminario diocesano, el miércoles en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, el jueves en Quartu –en la iglesia de Santa Elena– y el viernes en Guasila, una localidad a 40 kilómetros de la capital.
Para invitar a los jóvenes, el arzobispo Mani envió mensajes a las parroquias y centros educativos, y en la página web de «Scuola di Vita» publicó una carta para los jóvenes que se interrogan sobre su futuro: «¿Qué haré mañana? ¿Qué haré que sea grande?».
«Sé bien que no es fácil recorrer solo un camino de búsqueda ante las elecciones fundamentales que te llevarán a hacer de tu existencia una verdadera obra maestra. Te propongo un compañero de viaje: Jesucristo», invita el prelado.
A fin de facilitar el encuentro con los jóvenes, en arzobispo Mani incluso da a conocer su propio e-mail en «Scuola di Vita», cuyo «forum» –en el que se pueden compartir reflexiones con otros jóvenes que estén participando en los encuentros– estrena en Cerdeña un nuevo modo de labor pastoral.
El recorrido formativo previsto por monseñor Mani se sintetiza en una carta pastoral –titulada «Vivir y responder»– donde ayuda a los jóvenes a descubrir la vida como vocación, «no como ocupación», y donde afronta temas esenciales en los proyectos juveniles, como la oración o el matrimonio.
