«¿Un consejo a un neocardenal? Que sea un buen sacerdote»

Entrevista con el cardenal Giovanni Cheli

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CIUDAD DEL VATICANO, 25 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Ser un buen sacerdote es prioritario para desarrollar las tareas de cardenal, la principal de ellas elegir al sucesor de Pedro, constata el cardenal Giovanni Cheli.

Llamado al colegio cardenalicio cinco años atrás y obispo desde hace veinticinco, en esta entrevista concedida a ZENIT el cardenal Giovanni Cheli aborda la misión específica de los príncipes de la Iglesia y comenta la norma que excluye a los mayores de 80 años del derecho a voto en un cónclave.

El purpurado ha sido observador de la Santa Sede ante la ONU y ha presidido el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e itinerantes.

Hace un mes, Juan Pablo II le hizo llegar un mensaje por su 25º aniversario en el episcopado agradeciéndole su labor diplomática y pastoral.

–¿Qué representan 25 años de episcopado y 5 de cardenalato?

–Cardenal Giovanni Cheli: Llevo 25 años de episcopado y sólo cinco de cardenalato, de los cuales estoy agradecido a Dios por el bien que me ha permitido realizar. Pero también a Él tengo que pedir perdón por aquel bien que no he sabido cumplir.

Ser cardenal me ha dado la oportunidad de estar cerca del Papa en muchas celebraciones y de poder estar con él con más frecuencia de lo que normalmente es posible, y considero que este hecho es un gran privilegio.

El cardenalato me ha hecho sentir sobre todo la responsabilidad de ser testimonio de la caridad y del amor de Nuestro Señor Jesucristo.

–¿Cómo explicaría a quien no conoce la organización eclesial la tarea de un cardenal?

–Cardenal Giovanni Cheli: Los estudiosos han escrito mucho sobre el origen de la palabra cardenal y sobre su auténtico significado. Yo creo que se podría decir que el Colegio Cardenalicio es el «Senado» del Papa, que se sirve de los cardenales, sobre todo si son jefes de dicasterios o responsables de diócesis, para gobernar la Iglesia Universal.

–¿Los cardenales de más de 80 años tendrían que ser electores en un cónclave?

–Cardenal Giovanni Cheli: De por sí, la tarea principal y primordial de los cardenales es elegir al sucesor de Pedro. Pablo VI, en su «motu proprio» «Ingravescentem Aetatem», estableció entre otras cosas que después de haber cumplido 80 años de edad, los cardenales no pueden desarrollar esta tarea.

Estoy seguro de que el Papa llegó a esta decisión después de una reflexión madura y por lo tanto acepto esta grave limitación con buen ánimo. De todos modos, espero que en un futuro se puedan adoptar otros criterios para una eventual exclusión del voto en cónclave a un miembro del Colegio Cardenalicio.

–¿Espera que haya una reforma de la ONU, especialmente del Consejo de Seguridad?

–Cardenal Giovanni Cheli: Desde mi primera llegada a las Naciones Unidas en el lejano septiembre del 1973, oí hablar ya de la necesidad de una reforma de este organismo internacional. Han pasado 30 años y auténticas reformas no han tenido lugar, porque la verdadera reforma es precisamente la que atañe al Consejo de Seguridad donde los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia) ejercen el derecho de veto, con las consecuencias que todos sabemos y lamentamos.

¿Por qué es tan difícil efectuar una reforma de este tipo? Algún embajador ha dicho que intentar reformar la ONU es como querer abrir la «Caja de Pandora», y que por lo tanto es mejor dejar las cosas como están. ¡Quién sabe si bien pensado no sea precisamente así!

–La presencia de la Santa Sede en las Naciones Unidas, aunque sea como observador y no miembro, ¿está valorada positivamente por los Estados miembros?

–Cardenal Giovanni Cheli: Sí. La presencia de la Santa Sede en la ONU, aunque sea sólo en calidad de «observador permanente», está bien vista por la gran mayoría de Estados miembros, que aprecian mucho su compromiso y la fuerte contribución de la Santa Sede a la causa de la paz en el mundo, el desarrollo, la defensa de la dignidad de la persona humana y el respeto de los derechos de los individuos y de los pueblos.

–Si los nuevos cardenales le pidieran un consejo, ¿cual sería?

–Cardenal Giovanni Cheli: Cuando monseñor Alexandre do Nacimiento –arzobispo de Luanda (Angola)– fue nombrado cardenal, algunos sacerdotes corrieron enseguida a dar la noticia a la madre del nuevo purpurado. La encontraron en su aldea, sentada fuera de su cabaña. Al oír el anuncio del gran honor hecho a su hijo no se inmutó. Se limitó a decir: «A mí me interesa sólo que sea siempre un buen sacerdote».

Esto es lo que desearía decir a los nuevos cardenales: intentemos ser siempre y ante todo buenos sacerdotes. Solamente así seremos sal de la tierra y luz del mundo. Solo así trabajaremos de verdad para la difusión del Reino de Dios.

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ZENIT Staff

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