Así lo indica la intención general del Apostolado de la Oración que el Santo Padre asume como propia para ofrecer sus oraciones y sacrificios junto a miles de fieles, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos.
Esta intención en el primer mes del año 2004 dice así: «Para que todos los hombres se reconozcan miembros de una misma familia de Dios y cesen las guerras, injusticias y discriminaciones entre ellos».
El Papa ofrece también todos los meses oraciones por una intención misionera que en enero es: «A fin de que todas las Iglesias jóvenes de las misiones se empeñen en la formación de las personas que trabajan en la pastoral».