CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 23 enero 2004 (ZENIT.org).- La Iglesia ve en los leprosos la «imagen de Dios» y proclama su respeto y estima por toda persona que lleva el tormento de heridas indelebles, explica el mensaje de la Santa Sede con motivo de la Jornada Mundial de la Lepra.
La misiva, firmada por el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, pide que toda la Iglesia siga tendiendo la mano a los leprosos, personas golpeadas «por la enfermedad física y por los prejuicios que lleva a una marginación humillante».
La Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra, que se celebra el próximo domingo, fue instituida en 1953 por Raoul Follereau, definido el apóstol de los leprosos.
Alabando el compromiso de muchos religiosos, religiosas, sacerdotes y laicos en la asistencia a los enfermos de lepra, el purpurado mexicano recuerda que esta enfermedad todavía está lejos de ser derrotada.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2002 se registraron 620.672 nuevos casos, concentrados sobre todo en la India.
Entre dos o tres millones de personas sufren en su cuerpo las consecuencias provocadas por la enfermedad.
Según el Anuario Estadístico de la Iglesia, el número total de las leproserías dirigidas por la Iglesia en el mundo es de 678, mientras que los asistidos son 817.321.
Los últimos datos de la OMS, registran 48.248 nuevos casos diagnosticados en África, 39.939 en el continente americano, 4.665 en Oriente Medio, 520.632 en el sudeste asiático, 7.154 en el Lejano Oriente y Pacífico, 34 en Europa.