CIUDAD DEL VATICANO, martes, 27 enero 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II aseguró que el desafío del hambre debe afrontarse con «esfuerzos conjuntos» al recibir este martes a James T. Morris, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En el encuentro, hablando en inglés, el Santo Padre expresó «una vez más» su «profundo aprecio por la labor del PMA en ayuda de los que sufren hambre y malnutrición en todo el mundo».
Creado en 1963, el PMA es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas comprometido en la lucha contra el hambre. En 2002, 77 millones de personas en 82 países, en particular, la mayoría de los refugiados del planeta, se benefician de su acción, han explicado portavoces del Programa a Zenit.
«Las complejidades de nuestra era moderna son tan grandes que hacen falta el compromiso y los esfuerzos conjuntos de muchas organizaciones diversas para hacer frente adecuadamente a las necesidades nutricionales de millones de hombres, mujeres y niños», explicó el Papa en el breve discurso que dirigió al señor Morris.
«No es una tarea fácil –reconoció el obispo de Roma–. Pero estoy seguro de que, con la ayuda de muchas personas de buena voluntad, el PMA seguirá siendo una herramienta importante de solidaridad y ayuda en la batalla en curso contra el hambre y la malnutrición».
El pontífice ofreció sus oraciones por todos aquellos que han hecho de la lucha contra el hambre un objetivo de sus vidas. «¡Que Dios Todopoderoso bendiga vuestro trabajo con el éxito!», deseó el Papa a Morris hablando en inglés.
El PMA está dirigido por un Consejo Ejecutivo formado por 36 estados miembros. El director ejecutivo es nombrado, cada cinco años, por el Secretario General de las Naciones Unidas y por el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).