JERUSALÉN, martes, 6 enero 2004 (ZENIT.org).- Con motivo del nuevo año, el superior de la Custodia franciscana de Tierra Santa, el padre Giovanni Battistelli, ha lanzado un llamamiento a los gobernantes para que el 2004 sea verdaderamente «el año del renacimiento del diálogo y de la paz».

«“Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”, cantan los ángeles mientras anuncian el nacimiento de Cristo. ¿Pero dónde están en Tierra Santa los hombres de buena voluntad? Quien puede, quien gobierna, debe transformar las palabras en hechos concretos de paz», afirmó en declaraciones a la agencia «Sir» del episcopado italiano.

«Esta Tierra necesita serenidad y paz. Quien tiene en su mano los destinos, que encuentre los medios prácticos para superar las dificultades --insiste--. El muro de separación, los homicidios, los ataques terroristas y diversos enfrentamientos no valen en esta tierra».

«El 2003 nos deja un largo rastro de sangre --constata el religioso--, pero también las palabras llenas de esperanza del Papa, quien no olvida los sufrimientos de los pueblos que viven aquí».

Palabras que han llegado a muchos fieles: «están aumentando los peregrinos que vuelven a los Santos Lugares --revela el padre Battistelli--. A su testimonio se confía el futuro de paz de Tierra Santa. La presencia de los peregrinos induce a los que gobiernan a buscar soluciones válidas para reabrir el diálogo».

«Esta Tierra pertenece a los fieles de las tres religiones, y por lo tanto también a los cristianos. El regreso de los peregrinos contribuye también a dar a las comunidades locales ese apoyo no sólo espiritual sino también material que les haga quedarse y no emigrar», concluye.