CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 1 febrero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que pronunció este domingo Juan Pablo II ante los miles de peregrinos congregados para rezar la oración mariana del «Angelus» en la plaza de San Pedro del Vaticano.
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1. «Sin hijos no hay futuro». Este es el tema de la Jornada para la Vida que se celebra hoy en Italia. En su «Mensaje», los obispos italianos subrayan las numerosas causas de la actual crisis de nacimientos. Recuerdan que el contexto cultural y social muchas veces no es favorable a la familia y a la misión de los padres.
Además, muchos cónyuges quisieran tener más hijos, pero se ven casi obligados a renunciar a ellos por dificultades económicas. Las ayudas de las instituciones públicas, si bien son apreciables, resultan con frecuencia insuficientes. Se experimenta la necesidad de una política más orgánica a favor de la familia.
2. El núcleo familiar que surge de matrimonio es la célula fundamental de la sociedad. En su seno, como en un nido tranquilizador, siempre debe promoverse, defenderse y protegerse la vida, y la Jornada para la Vida recuerda a todos este deber fundamental.
Queridos hermanos y hermanas: ¡no tenemos que resignarnos ante los ataques a la vida humana, de los cuales el primero es el aborto! Renuevo mi aprecio por el valiente apoyo que el Movimiento para la Vida Italiano ofrece a esta causa, y exhorto a toda comunidad eclesial a apoyar sus iniciativas y servicios. Hay que multiplicar los esfuerzos para que el derecho a la vida de los niños que todavía no han nacido se afirme no contra las madres, sino junto a las madres.
3. Nos dirigimos ahora a María Santísima y le pedimos de manera especial por las familias, para que confiando en la ayuda divina, se comprometan a realizar con alegría y entrega su estupenda misión para dar a la humanidad un futuro lleno de esperanza.
[Traducción del original italiano realizada por Zenit]