BARCELONA, miércoles, 4 febrero 2004 (ZENIT.org).- Los periodistas católicos en la sociedad de la comunicación son decisivos para realizar la síntesis entre fe y cultura, considera José María Alsina, responsable de la carrera de Periodismo, que está lanzando la Universidad Abat Oliba CEU.
El antiguo convento de El Redentor (hoy restaurado) considerado patrimonio histórico de la ciudad de Barcelona, es hoy la sede de esta Universidad. Dentro del conjunto, destaca la antigua iglesia, una auténtica joya modernista, obra de Bernardí Martorell, discípulo de Gaudí.
Alsina, doctor en Filosofía y Letras y licenciado en Ciencias Económicas, ha sido profesor titular de Filosofía Social durante 35 años en la Universidad de Barcelona. Además es responsable de la carrera de Periodismo y vicerrector de Docencia y Profesorado.
En esta entrevista explica la necesidad que tiene la sociedad de periodistas abiertos a la trascendencia.
–¿Qué les ha motivado a lanzar la carrera de Periodismo?
–José María Alsina: Esta carrera se inscribe en un conjunto de carreras que estamos impartiendo en la nueva Universidad. Todas estas licenciaturas están relacionadas con las ciencias sociales. En la enseñanza de las ciencias sociales hay que tener presentes dos aspectos: por un lado, el conocimiento de la realidad social y, por otro, dar a conocer esta realidad. Periodismo, para nosotros, tiene esta segunda función: dar a conocer esta realidad con criterios que no sean los tópicos tan frecuentes en el mundo moderno, sino con criterios de exigencia, de búsqueda de la verdad y de fidelidad a la realidad de las cosas, y de respeto a las personas.
–¿De dónde viene y a dónde va su universidad?
–José María Alsina: La historia de la universidad se remonta a 1973, cuando nace como colegio universitario dependiente de la Universidad de Barcelona. Desde junio del 2003 es una universidad privada, y, por tanto, con total autonomía docente y reconocimiento oficial de sus estudios. Actualmente cuenta con 304 alumnos, de los cuales 81 estudian Periodismo. Cuando la universidad imparta todos los cursos de las distintas licenciaturas alcanzará los dos mil estudiantes.
Es una universidad especializada en ciencias sociales: Derecho, Administración de Empresas, Economía, Ciencias Políticas, Psicología, Publicidad y Relaciones Públicas e Ingeniería informática. En este curso se han iniciado todas ellas, excepto Informática. Se ofrece la posibilidad de estudiar estas carreras en diferentes itinerarios. En el caso de periodismo, los estudiantes pueden elegir entre: cursar esta licenciatura en cuatro años, o periodismo + derecho (5 años), periodismo + ciencias políticas (5 años), periodismo + publicidad (5 años).
La universidad es un proyecto de la Asociación Católica de Propagandistas, que a través de la Fundación San Pablo-CEU es también titular de la Universidad San Pablo en Madrid, y la Cardenal Herrera en Valencia. El fin de esta asociación canónica privada, de seglares, es preparar intelectualmente a los católicos para que puedan trabajar en la vida publica: en la política, en la cultura, en la educación…, para hacer presente la fe católica en estos ámbitos.
–¿Qué metas, planes y objetivos tienen para Periodismo?
–José María Alsina: Bien, por un lado, yo diría, las metas de toda universidad que quiera formar bien a los alumnos y prepararles adecuadamente al ejercicio profesional. Pero, además, lo que es específico, nuestro, es que queremos lograr que nuestros alumnos tengan la capacidad de discernir sobre lo que pasa en el mundo en que vivimos. Y, este «discernir», desde un criterio; y este criterio es el criterio de la fe. La fe, dado que ilumina la vida de toda persona, tiene que iluminar también en el periodista su ejercicio. Evidentemente que habrá gente que quizá también curse con nosotros la carrera, que no comparta esta misma fe, pero aspiramos a que en contacto con otros compañeros, con los profesores, y, en general, teniendo la experiencia de un determinado ambiente universitario, descubra esta fe, que no sólo será algo decisivo para su vida privada sino también para su ejercicio profesional. Es decir, que tenemos un proyecto que intenta ser riguroso en lo académico, atractivo en lo profesional y al mismo tiempo apostólico.
–¿Qué ofrecen al joven con deseos de ser periodista?
–José María Alsina: La posibilidad de realizar estos deseos, esto es lo que le ofrecemos… (risas). Pero, viendo que en este mundo el deseo no se cumple simplemente teniéndolo, sino llevando a cabo unas ciertas exigencias y una disciplina y un sacrificio, le ofrecemos participar en un ambiente de estudio, de trabajo y de responsabilidad. Esto es lo que le ofrecemos al universitario que tiene la ilusión (porque a veces una ilusión está concebida de forma confusa) pero que se tiene que ir clarificando a través de este ejercicio de exigencia, de responsabilidad, de trabajo diario, de comprobar cómo se superan las dificultades, de ver que la realidad impone una actitud de humilde reconocimiento de las cosas como son, no como nosotros deseamos a veces que fueran.
Una concreción de esta sana exigencia es que los alumnos inscritos en la universidad privada no tienen exámenes de septiembre. O en junio o en junio. Así mismo, si un alumno no aprueba el 80% de los créditos, no podrá pasar de curso. Y, si no supera el 60% de los créditos, no podrá continuar en esa carrera.
–¿Cómo facilitan el contacto de los alumnos con el mundo de los medios de comunicación?
–José María Alsina: De dos maneras distintas. En primer lugar a través del mismo profesorado. En cada curso, los alumnos tendrán algunos profesores que no son simplemente personas que se han dedicado a la docencia universitaria sino profesionales que están trabajando en algún medio de comunicación. Y, en segundo lugar, los alumnos tienen contacto con distintos profesionales externos a través de los cuales los alumnos se ponen en contacto con ámbitos diversos de la comunicación. Por ejemplo, se han hecho unas jornadas de periodismo religioso, no hace mucho, en que vinieron de distintos periódicos de España, los que llevan la sección religiosa, a explicarles lo que era su vida profesional, los problemas y las dificultades que se encontraban. También se esta preparando otro de política internacional. Y, por otro lado (vamos a iniciarlo este segundo cuatrimestre) los alumnos tendrán la oportunidad de visitar diversos medios de comunicación.
–¿Cómo incentivan a los alumnos para que hagan prácticas?
–José María Alsina: También, algo importante, es la figura del tutor: es el profesor que ayuda a los alumnos a integrarse en el mundo universitario, a madurar intelectualmente y a dar de sí todo aquello de que son capaces. Este tutor, en el último año de la carrera, es un profesional, que orienta al alumno en la ejercicio profesional que va a iniciar. También, este tutor le orientará en las prácticas que tiene que realizar. Hay prácticas obligatorias, forman parte del currículum académico del alumno sin las cuales no podría terminar la carrera. Un alumno, cuando acabe la carrera, habrá estado en contacto con los principales medios: periódicos, radio, televisión… Y, muchas veces, éste es el camino por el que se le abrirán las posibilidades profesionales.
–Algunos piensan que un periodista a la hora de hacer periodismo debería dejar a un lado su fe. Usted, ¿qué opina?
–José María Alsina: Es una afirmación absurda incluso para aquellos que no comparten esta fe. Aceptarla es suponer que la fe es como un obstáculo para ver las cosas tal como son. No hay que olvidar nunca, que la fe ilumina, la fe es luz. Ilumina la vida e ilumina la realidad, y, por lo tanto (yo s
e lo he dicho en más de una ocasión a los alumnos) la fe no significa ver las cosas a través de una lente que no nos deja ver con transparencia la realidad sino que, por el contrario, nos hace ver las cosas con toda la luz que proyecta la fe. No es sólo una nueva perspectiva desde la cual vemos las cosas, sino que vemos las cosas tal como son, con todas sus dimensiones. Nos ayuda a ver con mayor nitidez, y a tener mayor conciencia de lo que los hombres hacen, de lo que desean, de lo que sufren… Porque no es fácil entender el mundo en el que vivimos. Y no es fácil porque es un mundo complejo. Y es tan complejo justamente porque es un mundo alejado de la fe.
–Según usted, ¿qué puede aportar un periodista católico al mundo de la comunicación?
–José María Alsina: La fe no es meramente una dimensión privada e íntima sino una dimensión total. Y, por tanto, también abarca su campo profesional. Y un periodista no simplemente trata de ver cuál es la realidad sino que está llamado a lograr esta síntesis entre la fe y la cultura. Juan Pablo II lo ha dicho tantas veces, una fe que no fructifica en la cultura es una fe que no está arraigada en la vida de los hombres, no es una fe fecunda… Y, por lo tanto, el periodista católico también tiene esta misión, de que esta fe arraigue en el ambiente cultural tantas veces adverso. En nuestros alumnos quisiéramos esto, este es nuestro desideratum: que no simplemente vean las cosas desde la fe sino que además, gracias a la fe, aporten a la sociedad esta capacidad de realizar esta síntesis de fe y cultura.