NOTTINGHAM, viernes, 6 febrero 2004 (ZENIT.org).- La iglesia catedralicia de St. Barnabas, en la ciudad inglesa de Nottingham, ha unido sus fuerzas a las de la policía y los servicios sociales para entrenar voluntarios que posibiliten la apertura del templo las 24 horas del día.
El proyecto «Velar y orar» comprende a numerosos fieles que dedican una hora a la semana para vigilar la catedral; ello permite mantenerla abierta a los visitantes desafiando la creciente tendencia de las iglesias a cerrar sus puertas fuera de los horarios de liturgia.
Si bien veinticinco personas se han incorporado ya a la iniciativa, los organizadores han pedido más. Se necesitan al menos cien voluntarios que trabajen en pequeños grupos y se puedan apoyar unos a otros.
La policía de Nottinghamshire y los servicios sociales respaldan la idea y han ofrecido entrenamiento para saber hacer frente a situaciones difíciles.
«La catedral solía estar abierta doce horas todos los días, pero se produjeron algunos robos y otros actos criminales, y aunque tales incidentes son infrecuentes nos vimos obligados a cerrar las puertas cuando no hay nadie», explicó monseñor Tom McGovern a «Independent Catholic News».
«Nuestra reciente asamblea diocesana ha revelado que gente de muchos lugares quiere venir a la catedral», constató.
Y es que el lugar recibe miles de visitas cada año. Algunas personas acuden a la catedral a orar, otras se interesan por la fe católica, otras por la arquitectura, o desean visitar la sepultura de Mary Potter, actualmente en proceso de beatificación.