El encuentro tuvo lugar en el Aula Pablo VI del Vaticano, donde el pontífice se encontró con los seminaristas de la diócesis de Roma y algunos sacerdotes. En total, había unas siete mil personas.
Al inicio del encuentro, el coro y orquesta de la diócesis de Roma interpretaron un Oratorio compuesto por monseñor Marco Frisina, inspirado en el «Tríptico romano», los poemas que Juan Pablo II publicó el año pasado.
Tras el concierto, el Papa, conmovido, dejó a un lado los papeles y confesó en latín: «Debitor factus sum».
«Soy deudor a mi seminario romano por la bella interpretación que nos han ofrecido del Oratorio inspirado en el «Tríptico romano», una obra poética de la que muchos han escrito. Pero es quizá la primera vez que he oído esta interpretación musical», reconoció.
«Quería deciros que esta mañana he celebrado la misa por las intenciones de mi seminario romano», reveló. «»Debitor factus sum» –insistió–. Soy deudor y debo pagar». Y concluyó: «Intentaré hacerlo».
Entre los breves saludos que se le dirigieron al Papa al comenzar el acto, destacan las palabras que pronunció Marcelo García, joven diácono de Ecuador que se prepara en Roma para el sacerdote.