MUNICH, domingo, 29 febrero 2004 (ZENIT.org).- Con el deseo de volver a despertar el entusiasmo por el sacramento de la reconciliación entre los creyentes del país, la sección alemana de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» (AIN) –Obra de Derecho Pontificio– ha convertido un camión en un confesionario móvil.
La iniciativa será presentada, consagrada y puesta en marcha durante el congreso internacional de AIN que, con el lema «Punto de encuentro: Iglesia Universal», se celebrará del 5 al 7 de marzo en Augsburgo, Baviera.
«Este confesionario ambulante tiene por objetivo promover la confesión, la asombrosa y curativa oportunidad que nos ofrece Dios de reconciliarnos con Él, con los hombres y con nosotros mismos», explica Klaus Wundlechner, director de la sección alemana de AIN.
El «confesionario rodante» se utilizará en acontecimientos como la Jornada Mundial de la Juventud de 2005 en Colonia.
Igualmente servirá «para acercar a las personas a Dios al ofrecerles la oportunidad de hablar con un sacerdote, recibir consejo espiritual y, naturalmente, confesarse, dondequiera que el vehículo pare durante su recorrido por el país», apunta un comunicado de AIN.
AIN es una asociación dependiente de la Santa Sede que hoy cuenta con filiales en diecisiete países. El padre Werenfried van Straaten la fundó en 1947 para sostener a la Iglesia allí donde tuviera dificultades en su misión a causa de la falta de libertad religiosa o de medios económicos.
En la sede internacional ubicada en Königstein (Alemania) se tramitan anualmente una media de diez mil proyectos presentados por sacerdotes, religiosos y obispos de más de 130 países del mundo.