Juan Pablo II: Cuaresma, «carrera de solidaridad» con los niños

Palabras antes de rezar la oración mariana del «Angelus»

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 29 febrero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II este domingo antes de rezar a mediodía la oración mariana del «Angelus» junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

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1. En este primer domingo del tiempo de Cuaresma, el Evangelio nos presenta a Cristo que, después de haber recibido el bautismo de Juan en el Jordán, movido por el Espíritu Santo, se retira en el desierto y allí permanece durante cuarenta días. La narración evangélica nos presenta las tres tentaciones, eco del antiguo engaño en el que Satanás hizo que cayeran nuestros primeros padres. Pero Cristo, nuevo Adán, las supera, rechazando con decisión al tentador: «Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios» (Lucas 4,12).

2. La victoria de Jesus sobre el maligno nos asegura que no sucumbiremos en el momento de la prueba, si permanecemos unidos al Señor. En esta perspectiva, la Cuaresma nos invita a un particular compromiso en el camino espiritual.

He enviado a la Iglesia, con este motivo, un mensaje en el que he querido recordar en particular a los niños, que con frecuencia son víctimas inocentes de la malicia de los hombres. La Iglesia les presta una particular atención porque el mismo Cristo nos dice que «el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe» (Mateo 18,5). Que este período del año litúrgico se transforme en una generosa carrera de solidaridad hacia los más pequeños, especialmente aquellos que se encuentran ante los más graves peligros y dificultades.

3. Queridos hermanos y hermanas, os invito a todos a rezar por esta intención. Os pido, además, que me acompañéis espiritualmente en los Ejercicios Espirituales, que comenzarán como todos los años esta tarde. Participarán conmigo los colaboradores de la Curia romana. Que la Virgen de la escucha haga fructuosos para todos nosotros estos días de silencio, de meditación y de intensa comunión con Cristo.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

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ZENIT Staff

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