CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 29 febrero 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este domingo a los haitianos que tengan el valor de tomar las decisiones que se imponen en estos momentos tan difíciles y ha invitado a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias a ayudar al país caribeño.
El Santo Padre lanzó su llamamiento a mediodía, antes de rezar la oración mariana del «Angelus» poco antes de que llegara la noticia de que el presidente Jean Bertrand Aristide abandonó el poder y el país.
Al final de su encuentro con varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa reconoció que las noticias que ha recibido en los últimos días de Haití son «preocupantes y dolorosas».
«Ante esta situación, siento el deber de invitar a todos los haitianos a tener el valor y la humildad de tomar las decisiones que se imponen por el bien del país», afirmó el obispo de Roma hablando desde la ventana de su estudio.
«Mientras aliento el trabajo diplomático de la comunidad internacional y pido un generoso compromiso por parte de las organizaciones humanitarias, envío una especieal bendición al amado pueblo haitiano», concluyó.
Aristide dejó el país cuando los combatientes de una rebelión popular surgida hace tres semanas se encontraban a 40 kilómetros de Puerto Príncipe y amenazaban con atacar a menos de que renunciara.
Francia, país del que Haití fue colonia, y Estados Unidos, que envió a 20.000 efectivos para restaurar el gobierno de Aristide tras un golpe en 1994, habían exhortado al presidente para que renunciara por el bien de la nación, de 8 millones de habitantes.
Al cierre de esta edición, las agencias internacionales de noticias informaban que Aristide se había dirigido en avión a la República Dominicana, y que tenía pensado buscar asilo en Marruecos, Taiwán o Panamá.