Una filósofa tiende un puente cultural entre Islamabad y Roma

Entrevista con Angela Ales Bello a su regreso de Pakistán

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 27 abril 2004 (ZENIT.org).- Tras una breve estancia en Pakistán, Angela Ales Bello, profesora de Historia de la Filosofía en la Universidad Pontificia Lateranense (Ciudad del Vaticano), ha accedido a compartir con ZENIT sus impresiones sobre la recepción del pensamiento cristiano en este país.

La docente italiana fue invitada por el obispo de la diócesis de Islamabad-Rawalpindi –monseñor Anthony Theodore Lobo– para explicar a sectores de ese país que desde Occidente existe un interés por la cultura musulmana.

Para Angeles Ales Bello ha sido una sorpresa constatar que la figura de Edith Stein, en la que ella es especialista, «fascine mucho a los estudiantes en Pakistán».

En el país asiático viven cerca de 3 millones de cristianos (1,2 millones de católicos) en una población de 140 millones de habitantes (96% musulmanes).

–¿Cómo es que dejó por un tiempo la Universidad Lateranense y se marchó a dar clase en Pakistán?

–Angela Ales Bello: Fui invitada por el obispo, monseñor Lobo, que ha querido establecer un contacto con universidades islámicas y desea testimoniar la presencia de un pensamiento cristiano europeo en el territorio de Pakistán.

En realidad hemos visto que la cultura en Pakistán está bastante ligada al pensamiento occidental. Naturalmente hay algunas comunidades más estrictamente islámicas, pero en la «National University of Modern Languages» de Islamabad y en el «Kinnairdr College», femenino, donde tuve algunas conferencias, el pensamiento occidental es conocido.

Las escuelas católicas ofrecen estudios ligados a la cultura occidental y americana, desde luego, me refiero también a las escuelas elementales y superiores.

No he percibido una presencia islámica tan fuerte, si bien hay enseñanzas de islamismo. Hay que observar que la lengua de Pakistán no es el árabe, sino el urdu, y las poblaciones de las zonas que he frecuentado son de origen indio, incluso la cultura de fondo no es árabe; la conocen porque la tienen que estudiar. El islamismo se ha superpuesto a una cultura preexistente.

El objetivo de mi viaje era el de hacer ver que una delegación había venido desde Occidente para establecer un diálogo –yo estaba con un profesor emérito de Lovaina, van der Vecken– y que existe un interés por parte del mundo europeo cultural hacia el mundo islámico.

–¿Los estudiantes musulmanes de Pakistán acogen con interés la filosofía cristiana?

–Angela Ales Bello: Sí, muy bien, también la filosofía en general. Tanto las comunidades católicas existentes como las islámicas están muy interesadas en las cuestiones de antropología filosófica, de ética y de pedagogía.

<b>–Y frente a musulmanes, ¿era fácil hablar de Jesús?

–Angela Ales Bello: Bueno, no era fácil… y cuando había una presencia islámica se intentaba evitarlo de manera explícita. En un Centro dedicado al diálogo entre cristianos y musulmanes tuvimos algún momento de dificultad porque aceptan a Jesús sólo como profeta.

Pero en lo relativo a los problemas espirituales, la existencia de Dios, la apertura a la dimensión religiosa… existe consenso y acuerdo.

–Usted ha hablado también de Edith Stein y se han mostrado muy interesados: ¿cree que esto confirma la universalidad del pensamiento de esta filósofa?

–Angela Ales Bello: La he citado implícita y explícitamente, con los musulmanes no como santa, naturalmente, sino como una filósofa, y ellos se han mostrado muy interesados. No todos la conocían. Los cristianos bastante; los musulmanes en absoluto. Las jóvenes estaban muy interesadas.

La mujer en Pakistán tiene una cierta integración social, sobre todo en los niveles más bien altos, y su situación no es tan desastrosa. En las esferas sociales más bajas, la condición femenina es difícil. En cualquier caso hay profesoras, decanas de facultades universitarias y mujeres con cargos públicos.

–¿Qué hay que hacer para intercambiar «cultura» con los países musulmanes?

–Angela Ales Bello: Hacerles venir aquí es complicado. Volver tal vez sería posible, depende también de las condiciones políticas. En nuestro caso hemos tenido una buena acogida en todos los sectores. Ya hemos enviado los textos de nuestras conferencias y si quieren pueden publicarlos. Al menos, nos han dicho que ésta es su intención.

–Usted es muy estimada por el Papa. Si tuviera ocasión de verle, ¿le hablaría de esta experiencia pakistaní?

–Angela Ales Bello: Sí, sí, ¡desde luego! ¡Con mucho gusto!

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ZENIT Staff

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