CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 mayo 2004 (ZENIT.org).- El nuevo secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, el arzobispo Giovanni Lajolo visitará oficialmente Londres del 11 al 13 de mayo de 2004 para promover las relaciones con el gobierno y el diálogo entre los cristianos.
Según ha informado este lunes el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, el prelado se encontrará con diferentes autoridades del gobierno, entre las cuales se encuentra el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y del Commonwealth, Jack Straw y el ministro de Finanzas, Gordon Brown.
Monseñor Lajolo visitará, además, las dos cámaras del Parlamento.
El arzobispo italiano se entrevistará, además con el cardenal Cormac Murphy O’Connor, el arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, y con el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la Comunión anglicana.
Juan Pablo II nombró el 7 de octubre pasado a monseñor Lajolo, nacido en Novara hace 69 años, como nuevo secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, cargo conocido familiarmente como «ministro de asuntos exteriores» del Vaticano.
El prelado, que antes de asumir el cargo era nuncio apostólico en Alemania, sustituyó en el cargo al cardenal francés Jean-Louis Taruan, actualmente archivero y bibliotecario de la Santa Romana Iglesia,
Nacido en Novara (Italia), Lajolo fue ordenado sacerdote en 1960. Tras licenciarse en Derecho Canónico, entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1970.
La sección para las Relaciones con los Estados depende del secretario de Estado, en estos momentos el cardenal Angelo Sodano.
Esta institución tiene tres funciones fundamentales.
En primer lugar, debe favorecer las relaciones diplomáticas con los Estados y con los demás sujetos de derecho internacional, así como tratar asuntos para el bien de la Iglesia y la sociedad civil, estableciendo, si para ello es necesario, acuerdos o tratados.
En segundo lugar, representa a la Santa Sede en las organizaciones internacionales y en congresos sobre cuestiones de carácter público.
En tercer lugar, vela por la actividad de los representantes pontificios (nuncios apostólicos) en los diferentes países.
