«Por desgracia, el pensar en Tierra Santa suscita en nuestros corazones preocupación y dolor por la violencia que sigue marcando a ese lugar, por la gran cantidad de sangre inocente derramada por israelíes y palestinos, que obscurece el surgimiento de una aurora de paz en la justicia», afirma.
Las palabras impregnadas de dolor del Santo Padre forman parte del mensaje que, en su nombre, leyó el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario de la diócesis de Roma, este domingo en la sinagoga de la ciudad eterna, al celebrarse su centenario.
Juan Pablo II pide que «la enemistad no arrolle con el odio a quienes reconocen como padre a Abraham --judíos, cristianos y musulmanes-- y deje lugar a la conciencia clara de los vínculos que los unen y a la responsabilidad que pesa sobre las espaldas de unos y otros».
«El Dios de la justicia y de la paz, de la misericordia y de la reconciliación, nos llama a colaborar sin reservas en nuestro mundo contemporáneo, lacerado por enfrentamientos y enemistades», reconoce el sucesor del apóstol Pedro.
ÚLTIMAS NOTICIAS
May 24, 2004 00:00