MADRID, miércoles, 26 mayo 2004 (ZENIT.org-Veritas).- Joaquín Navarro Valls, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, afirmó este miércoles durante la presentación en España del último libro de Juan Pablo II, «¡Levantaos! ¡Vamos!» que «el interés del autor no está vuelto hacia el pasado sino hacia el futuro».
La presentación tuvo lugar en la nunciatura apostólica y contó con la asistencia del nuncio de Su Santidad en España, el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, quien reconoció que leyendo el libro «sentimos vibrar un testimonio del amor de Cristo por cada hombre».
Aunque el libro, editado en castellano por «Plaza Janés» es un conjunto de recuerdos y reflexiones, narrados desde la ordenación episcopal de Karol Wojtyla en 1958, Navarro Valls cree que «el Papa toma recuerdos para elaborar una reflexión que pueda servir para el presente y para el futuro».
El portavoz de la Santa Sede ha dicho que «quizá la palabra autobiografía no sea la más adecuada», para definir el género literario de este libro porque aunque «el contenido biográfico es de extraordinario interés», parece que el Papa toma más bien algunos hechos biográficos «como pretexto para reflexionar».
Navarro Valls recordó que en la amplia producción literaria del Papa (en Italia, el volumen que recoge su obra filosófica tiene 1.600 páginas, y 1.000 páginas el que recoge su obra literaria, tanto drama como crítica literaria) «no hay traza de carácter autobiográfico» y añadió que «sólo recientemente ha escrito con rasgos tanto "impresionistas" como "miniaturistas" en este sentido (su libro "Don y Misterio" es una narración fragmentaria desde su ordenación sacerdotal)».
Ante la pregunta de un periodista que habló de un posible peligro de «papolatría», Navarro Valls respondió que «el Papa no quiere ser el protagonista, quiere que lo sean los temas", y añadió "que el Papa hace lo que está en su mano» para evitar ser el centro de atención.
«En este libro reconocemos los grandes temas a los que ya estamos acostumbrados en su Pontificado, especialmente lo que tiene que ver con el valor de la persona», dijo. «El libro ayuda a descubrir valores que si tienen validez para el autor, pueden ser objetivados y transmitidos a otros», añadió, especialmente en lo que tiene que ver con la vocación del Papa, tanto humana como espiritual.
Navarro Valls dijo que «el Papa ha hecho un gran esfuerzo» para lograr una «narrativa fácilmente comunicable», que no es sencillo si se tiene en cuenta la formación filosófica y teológica del Santo Padre, «pero que el lector le agradece».
Para el portavoz de la Santa Sede «este es un libro tremendamente optimista, aunque no ingenuo, surge de la convicción de que el ser humano es muy superior a todas las hipótesis que da la cultura».
En este sentido, Navarro Valls hizo su «propia exégesis» del título del libro. Aunque en «el momento cultural que estamos viviendo el lenguaje ha perdido su sentido unívoco, y palabras como amor humano o familia ya no se sabe lo que significan porque se ha perdido el valor de los conceptos», el Papa parece decir: «de acuerdo, conozco todas esas deficiencias, ahora, "¡Levantáos,
vamos!"».
El portavoz añadió que «la misión del cristiano, por el hecho de ser cristiano», significa que «tiene algo que hacer» y afirmó que «el optimismo radical de Juan Pablo II va en esa línea».
Joaquín Navarro Valls glosó algunos pasajes significativos del libro, algunos incluso tratados con humor por el Papa, como cuando narra su temor de no poder seguir navegando en canoa, después de que se le comunicara su nombramiento episcopal.
El director de la Oficina de Información de la Santa Sede reconoció que sin estos elementos de su labor pastoral como obispo de Cracovia, en los que puede verse su cercanía especial con los jóvenes no podrían entenderse por ejemplo las Jornadas mundiales de la juventud.
El portavoz destacó la preocupación del Papa por cada persona, que Juan Pablo II narra en primera persona afirmando que «cuida el carácter personal» de cada encuentro, porque considera a «cada uno un capítulo aparte». «En cuanto me relaciono con una persona, rezo por ella», confiesa el Santo Padre en su libro.
Respecto a la redacción del libro, el portavoz dijo que prácticamente no hubo que introducir correcciones a la primera redacción, y que este estilo de trabajo del Santo Padre tiene que ver con «el trabajo anterior» de reflexión que precede a los libros y que permite escribirlos casi de un tirón.
Respecto a la producción literaria, Navarro Valls se animó a decir: «el Papa ha escrito mucho y va a seguir escribiendo. Creo poder decir que éste no va a ser el último libro del Papa».
Ante las preguntas de los periodistas sobre el estado de salud del Santo Padre, Navarro Valls respondió que «está mejor que el año pasado», de modo que si se tiene en cuenta que fue precisamente en julio y agosto del año pasado, durante su estancia en Castelgandolfo, cuando el Papa comenzó la redacción de «¡Levantaos! ¡Vamos!», el alarmismo levantado entonces por algunos medios se demuestra infundado.
«Este libro, por su frescura, puede decirnos cómo estaba el Papa en aquel momento», añadió.
Navarro Valls precisó además que «ni el Papa, ni nosotros tratamos de ocultar los límites físicos que tiene». «El Papa vive perfectamente instalado en el momento que está viviendo, no se plantea el mañana. Es un hombre muy realista filosófica y existencialmente», añadió.
Pese a sus limitaciones el Papa mantiene una agenda en la que cada día recibe entre 8 y 10 audiencias sólo por la mañana, en las que se cambia permanentemente de idioma, recordó su portavoz. Además del viaje a Suiza, está previsto también uno a Lourdes para conmemorar el 150 aniversario de la Inmaculada y en septiembre realizará uno al santuario de Loreto, en Italia.
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May 26, 2004 00:00