Sus nombres son:
–Monseñor Romano Penna, miembro de la Pontificia Academia Teológica;
–Don Alfonso C. Chacón Oreja, profesor extraordinario de Historia de la Iglesia y de Teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma);
–Padre Alfredo Simón, O.S.B., docente en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma;
–Padre Giuseppe Phan Tan Thanh, O.P., profesor de Teología en la Universidad Santo Tomás de Aquino (Roma);
–Padre Luigi Padovese, O.F.M.Cap., profesor de Teología Espiritual y de Teología Patrística en el Antonianum de Roma;
–Padre François-Marie Lethel, O.C.D., miembro de la Pontificia Academia Teológica;
–Padre Alberto Valentini, S.M.M., docente en la Pontificia Facultad de Teología «Marianum» (Roma);
–Padre Luigi Nuovo, C.M., docente de Historia de la Iglesia y de Historia de la Espiritualidad en el Estudio Teológico Brignole Sale-Negroni de Génova.
La Congregación para las Causas de los Santos, cuyo prefecto es el cardenal portugués José Saraiva Martins, cuenta generalmente con 83 consultores y con 34 miembros –cardenales, arzobispos y obispos–.
Este organismo vaticano «trata todo lo que, según el procedimiento prescrito, lleva a la canonización de los siervos de Dios», según establece la constitución apostólica «Pastor Bonus» emitida por Juan Pablo II en 1988.
«Asiste con normas especiales y con consejos oportunos a los, obispos diocesanos, a los que compete la instrucción de la causa», aclara.
«Pondera atentamente las causas ya instruidas, viendo si todo se ha realizado según la norma de la ley –añade la constitución apostólica–. Indaga a fondo las causas así examinadas, con el fin de juzgar si se dan todos los requisitos para que se sometan al Sumo Pontífice los votos favorables, de acuerdo con los grados de las causas anteriormente establecidos».
«Además, corresponde a la Congregación examinar la concesión del titulado de Doctor a los Santos, después de haber obtenido el parecer de la Congregación de la Doctrina de la Fe, por lo que se refiere a la doctrina eminente», añade.
«Le corresponde también decidir sobre todo lo referente a la declaración de la autenticidad de las sagradas reliquias y a su conservación», indica por último.
