Tanto la Conferencia Episcopal Mexicana como el gobierno del país habían invitado al Santo Padre a visitar el país para participar en este encuentro que inaugurará el Año de la Eucaristía, que él mismo ha convocado.

La larga distancia y el inherente cansancio, los cambios de horario, hubieran puesto a dura prueba la frágil salud del Santo Padre. Por este motivo, el pontífice ha nombrado como su legado pontificio al cardenal eslovaco Jozef Tomko, presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos.

«El Santo Padre se hará presente a través de una conexión televisiva especial, que le permitirá seguir la celebración final del solemne Congreso Eucarística y de dirigir a los pastores y a los files reunidos un mensaje particular», explicó la Sala de Prensa vaticana este sábado.