La delegación vaticana fue guiada por monseñor Gianfranco Gallone, secretario de la nunciatura apostólica en Israel; la israelí por Gadi Golan, jefe del Departamento de asuntos religiosos del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Acuerdo Fundamental, firmado por las dos partes el 30 de diciembre de 1993, marcó un hito, abriendo las relaciones diplomáticas estables entre la Santa Sede y el Estado de Israel.
En agosto del año pasado, Israel retiró su propia delegación de las negociaciones que en ese momento tenían lugar para alcanzar un acuerdo definitivo sobre algunos puntos que aún quedaban en el aire.
El padre David Maria Jaeger, portavoz de la Custodia Franciscana de Tierra Santa, y consultor del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, ha revelado a los micrófonos de «Radio Vaticano» que esta reunión ha tenido lugar en «un ambiente de gran cordialidad».
Ahora bien, según ha constatado «Asianews», las negociaciones concluyeron mucho antes de lo previsto.
De hecho, añadió el padre Jaeger, el Vaticano pide que la delegación israelí «tenga los poderes necesarios para negociar, pues de lo contrario ninguna negociación podrá progresar».
Las negociaciones, según el religioso, se concentran en tres puntos fundamentales».
«El primero es el estatuto fiscal de la Iglesia –aclara–: derechos y deberes con respecto a los impuestos; en particular, la consolidación de las exenciones que la Iglesia ha tenido desde siempre bajo todos los Estados precedentes y en virtud de tratados internacionales».
En segundo lugar, se negocia la restitución «de algunas propiedades eclesiásticas expropiadas o perdidas con el transcurso de los años».
El tercer punto, es «la participación del Estado en el apoyo a las obras sociales y educativas de la Iglesia, que no realiza a favor de ella misma, sino a favor de la población local».
La negociación de estos argumentos, que ya habían sido definidos hace diez años, aclara el padre Jaeger, continuará entre el 6 y el 9 de septiembre.
Cuando llegue esa fecha, pide el franciscano, «que ambas delegaciones tengan los poderes para negociar».