BUENOS AIRES, jueves, 8 julio 2004 (ZENIT.org).- Entre el actual gobierno argentino la Santa Sede hay «colaboración» y «autonomía», aclara el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri.
En una entrevista concedida a la agencia católica de noticias argentina AICA, Oliveri explica que el ejecutivo que preside Néstor Kirchner «va a tener máxima colaboración con el Estado Vaticano en aquellos temas que coincidamos».
«Pero no le vamos a mentir –aclara–: no vamos a esconder decisiones que a lo mejor no necesariamente coinciden con las posiciones vaticanas. Las vamos a adelantar y las vamos a decir».
«Y creo que ese diálogo franco, honesto, es mucho mejor a veces que un «alineamiento» con determinadas políticas que hoy el Gobierno argentino no acompaña, o sobre leyes que ya ha votado nuestro Congreso y que tienen que ver con el marco de la autonomía de cada Estado», explica.
«Lo que está claro es que este Gobierno es distinto a otros y lo expresa francamente, no lo oculta. Pienso que eso va a fructificar en un buen diálogo, aún sabiendo que en muchas o en algunas cosas no vamos a coincidir», subraya el secretario de Culto.
El 28 de febrero pasado, ante propuestas de despenalización del aborto en el país, Juan Pablo II pidió al país defender «el valor de la vida humana misma, sin el cual no sólo se quebranta el derecho de cada ser humano desde el momento de su concepción hasta su término natural».
El 11 de marzo el Papa recibió en audiencia a Rafael Bielsa, ministro de Exteriores de Argentina, quien, según Oliveri, expuso esta política de «autonomía» y «cooperación» que ha adoptado su gobierno.
«Planteados los temas, podrá haber coincidencias en algunos y disidencias en otros. La Argentina planteará su posición ante la Santa Sede con antelación, sin sorpresas», explica.
Por el momento revela, «no hay ninguna fecha de pedido de audiencia del presidente [Kichner] al Santo Padre. Sabemos que ni bien eso se concrete, en el tiempo del que disponga el presidente, la Santa Sede lo va a otorgar automáticamente».
El representante enuncia por último «un tema que le preocupa a nuestro Gobierno y del que por supuesto la Santa Sede opinó y opina, es algo que nos ha modificado la vida a los argentinos en particular: la deuda externa. No digo que esté en una futura agenda, pero sin dudas es un tema preocupante».